Madrid, una ciudad que respira historia, arte y tradición, se ilumina cada 15 de mayo para honrar a su santo patrón, San Isidro Labrador. Este día, la capital española se viste de gala, llenando sus calles con el bullicio de los chulapos y chulapas, el sonido de la música tradicional y el aroma irresistible de la gastronomía local.
Entre los muchos platos que deleitan a madrileños y visitantes por igual, destaca como emblema de la ciudad uno que sorprende a los visitantes: los bocadillos de calamares. En una ciudad tan alejada del mar, todo el mundo se pregunta de dónde viene esta tradición.
Empecemos por el principio:
La festividad de San Isidro es más que una celebración religiosa; es una explosión de cultura y tradición que une a los habitantes de Madrid en torno a su historia común. Es una celebración del espíritu madrileño en su plenitud, y en su honor la ciudad se convierte en un escenario vibrante, que mezcla las procesiones religiosas con las verbenas populares, los conciertos al aire libre y las exhibiciones de bailes típicos como el chotis.
Si Madrid sorprende en cualquier momento del año, San Isidro es la ocasión perfecta para sumergirse en la esencia de la ciudad y disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esta festividad con los bocadillos de calamares?
La receta original viene de los años 50, cuando los pescadores de la localidad de Rota, en la provincia de Cádiz, comenzaron a freír los calamares recién capturados y a servirlos en pan para saciar el hambre de los trabajadores del mercado. Con el tiempo, la migración de gaditanos a Madrid trajo esta sencilla receta a la capital, donde se popularizó tanto que se convirtió en un símbolo gastronómico.
Y aunque esto es verdad durante todo el año, es durante las festividades de San Isidro cuando más se nota esta influencia. En estos días, la Plaza Mayor de la ciudad se convierte en uno de los puntos clave de la ciudad. El ambiente festivo, muchas veces acompañado de música en vivo y bailes, hace imprescindible el paso por esta icónica plaza.
Pero además, las calles que la rodean se llenan de puestos de comida, donde se pueden degustar todo tipo de delicias culinarias, desde los dulces más tradicionales… ¡hasta los clásicos bocadillos de calamares!
Por eso durante esta semana en Casino Gran Vía nos unimos a la tradición ofreciendo a nuestros visitantes una tapa especial con nuestra San Isidro Experience: un montadito de calamares que, acompañado por una copa de vino o una caña, te hará disfrutar de esta festividad tanto si eres madrileño como si estás de paso por la capital.
Como otros muchos momentos gastronómicos en nuestro país, tomar un bocadillo de calamares durante las fiestas de San Isidro es mucho más que disfrutar de un plato típico: es un símbolo de la identidad madrileña y una muestra del espíritu acogedor y festivo de esta ciudad única.
Con San Isidro Experience no solo estarás satisfaciendo tu apetito, sino que también estarás participando en una tradición arraigada en el corazón de la ciudad. Una combinación perfecta que demuestra que en Madrid, la cultura, la historia y la gastronomía van de la mano. ¡Que aproveche!