Hay lugares mágicos que encierran historias y grandes secretos de tiempos pasados. Muchas veces no tenemos la suerte de cruzárnoslos en nuestro camino, pero esta vez sí. Son muchos los que saben que en el número 24 de la Gran Vía madrileña, se encuentra un palacete de ensueño estilo Art Decó que alberga el Casino de Gran Vía. Pero esconde una joya secreta: el Salón Real. Muy atento si quieres saber más.
Con una capacidad de 260 m2, este espectacular salón de baile parece sacado de la mismísima película de Anastacia. El Zar Nicolás II y su corte no habrían desentonado mucho en este espacio, ¿verdad?
Lo cierto es que el salón es una estancia protegida por Patrimonio Nacional debido a su riqueza ornamental y arquitectónica. Desde sus pequeños balcones los invitados observaban las actuaciones de baile mientras disfrutaban de la compañía y las deliciosas bebidas.
En la actualidad, sus funciones han cambiado y, como parte de Casino Gran Vía, acoge mesas de Ruleta Americana y Black Jack. A su vez, sigue siendo uno de los spots preferidos del famoseo y las personalidades que se dejan caer por la capital.
El salón se estructura en torno a cuatro ventanales, tres puertas y llamativos frescos en el techo. Se han mantenido intactos los tapices y papeles pintados originales que decoran sus paredes.
El Salón Real tiene un suelo original de tablón de madera maciza sobre el que se ha colocado una gran moqueta con motivos de mariposas para salvaguardar y conservar el paso del tiempo sobre él. En las paredes y los techos se ha mantenido la decoración original a base de piedra, molduras de escayola y telas en paredes. El techo está ornamentado de escayola pintada.
Todo un trabajo de conservación durante años que merece la pena por preservar un espacio tan mágico y singular.
Su majestuosidad ha conseguido que nuestro Salón Real acoja numerosas sesiones de fotos y rodajes que han querido captar su magia y formar parte de ella.
Después de saber un poquito más de nuestra joya secreta, ¿a qué esperas para venir a conocerla?